27.10.07

El dualismo ontológico y epistemológico.

Prof. Jesús Pons

Para poder entender la distinción platónica entre mundo sensible y mundo inteligible es necesario prestar atención a los siguientes autores que ejercieron una influencia en su pensamiento: Parménides y Heráclito.Según Heraclito, la realidad está en permanente cambio, transformación y movimiento, es decir, que el mundo es cambiante y no puede obtenerse conocimiento de las cosas que siempre están en movimiento, por tanto, lo único que podemos conocer es la transformación y la lucha entre contrarios: la noche y el día, el amor y el odio, la guerra y la paz, etc...Para Parménides, el conocimiento si que es posible, de hecho, considera que para que pueda darse el conocimiento es necesario que haya algo que permanezca eterno e inmutable, es decir, que no cambie: el ser de las cosas. Por tanto, piensa que lo que Heráclito consideraba que era la auténtica realidad, a saber, el cambio, en el fondo es una mera apariencia- ya que la auténtica realidad es que hay un ser de las cosas que permanece inmutable y, por tanto, que el conocimiento es posible. Ahora bien, la postura de Platón será una síntesis de Heráclito y Parménides.Platón considera que Heráclito tiene razón al afirmar que no es posible el conocimiento de las cosas que cambian, por tanto, concluye que en el mundo sensible no es posible el conocimiento, sinto tan sólo la opinión. Ahora bien, piensa que también tiene razón Parménides cuando afirma que tiene que ser posible el conocimiento, por tanto, que hay cosas que permanecen inmutables, eternas etc...Pues bien, para Platón es en el mundo inteligible o mundo de las ideas donde podemos obtener el verdadero conocimiento y, en este sentido, afirma que el mundo sensible es una copia imperfecta del mundo inteligible, es decir, establece una oposición entre "cosa" e "idea". Las "cosas" son pura apariencia, un reflejo o una copia de las ideas, por tanto, no proporcionan conocimiento. Las "cosas" que aperecen en el mundo sensible son finitas, materiales, corruptibles, cambian y se transforman, en cambio, las ideas son inmateriales, eternas e inmutables. En el mundo de la Ideas se encuentran la Idea de Justicia, Verdad, Belleza, etc, siendo la Idea de Bien la Idea Suprema. El conocimiento (episteme) forma parte del mundo de las Ideas y las matemáticas también juegan un papel importante. En el mundo sensible, en cambio, aparecen los artefactos, los animales, plantas, etc... como reflejos, copias o sombras del mundo de las Ideas.