17.8.11

Interpretación de los criterios de evaluación

Criterio A: Formulación del problema de investigación

Aunque el propósito de la monografía se define mejor en forma de pregunta, es también posible formularlo como afirmación o propuesta para una discusión de naturaleza claramente filosófica o abierta a un análisis y una argumentación filosóficos a lo largo de todo el trabajo.

Criterio B: Introducción

En la introducción se debe relacionar el problema de investigación con los conocimientos existentes
en la materia; la experiencia personal u opinión particular del alumno no suele ser pertinente en esta sección de la monografía. Se debe explicar brevemente la importancia filosófica del tema, exponer por qué merece una investigación filosófica y situar el problema de investigación en un contexto filosófico (por ejemplo, un problema, una discusión, una tradición, o una idea). La introducción debe referirse al problema de investigación concreto o al argumento que se va a desarrollar. No se debe incluir información de contexto extensa que no sea pertinente al problema de investigación.

Criterio C: Investigación

Una vez definido el problema de investigación, el alumno debe abordar el tema, por ejemplo, a través de un plan de investigación. Una planificación adecuada de la monografía debe conllevar una consulta de las fuentes en relación con el problema de investigación. En filosofía, los problemas de investigación se estudian a partir de un examen de los temas o los textos. Acorde a ello puede utilizarse una variedad de fuentes, incluidas obras de filósofos, diccionarios de filosofía, libros de texto y enciclopedias. Para utilizar de forma adecuada y eficaz las fuentes se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Los enfoques descriptivos no son adecuados para este tipo de investigación filosófica. La presentación de información sobre el asunto que se discute debe ser concisa, pertinente y directamente relacionada con la idea que se pretende defender en la investigación.
• Cuando el problema de investigación se remita a una fuente que no sea directamente filosófica
como, por ejemplo, la literatura, cuestiones contemporáneas o asuntos culturales o locales, deberá
examinarse desde una perspectiva claramente filosófica.
• Si los alumnos deciden utilizar fuentes de Internet, deben hacerlo con cautela y de forma crítica,
siendo conscientes de su posible falta de fiabilidad.
• Ninguna monografía en Filosofía debe estar basada exclusivamente en libros de texto. Éstos deben consultarse solamente en la medida en que estimulen ideas, ofrezcan orientación y alienten al desarrollo de una investigación personal.


Criterio D: Conocimiento y comprensión del tema

El conocimiento y la comprensión del tema se demuestran si el alumno:

• identifica y expone las cuestiones filosóficas básicas inmediatamente presentes en el problema de investigación
• presenta y discute conceptos, ideas, argumentos, perspectivas y posturas filosóficas directamente
relacionadas con el problema de investigación
• documenta la monografía con fuentes filosóficas y utiliza la información con la clara intención de ampliar el alcance de la investigación o fundamentar el argumento
• demuestra, con perspicacia y profundidad filosóficas, una comprensión de los temas o las perspectivas de los filósofos
• investiga las posibles maneras de comprender las cuestiones o problemas objeto de discusión
• demuestra conocer las implicaciones filosóficas del problema de investigación o de las ideas y argumentos examinados.

Criterio E: Argumento razonado

Los alumnos deben ser conscientes de que el núcleo de la monografía es el desarrollo de un argumento.
Los argumentos deben presentarse claramente definidos, y elaborarse y fundamentarse a lo largo de toda la monografía. Las descripciones o narraciones carentes de análisis no suelen permitir el desarrollo de un argumento y deben evitarse.
La construcción de un argumento constituye el verdadero núcleo de un trabajo de investigación en Filosofía. Para desarrollar un argumento razonado en esta asignatura se deben tener en cuenta, como mínimo, los siguientes aspectos fundamentales.
• La construcción de un argumento desempeña en una investigación filosófica la función de la investigación empírica en las ciencias empíricas, o la prueba lógica en las investigaciones formales.
• Debe distinguirse claramente entre el desarrollo de un argumento filosófico y la simple descripción o narración de una serie de teorías u opiniones.
• Los alumnos que no hayan realizado anteriormente ningún trabajo de esta extensión pueden necesitar orientación sobre la relación entre argumento y estructura.
• Los alumnos deben conocer las características básicas del razonamiento necesarias para construir argumentos filosóficos personales de forma coherente y con un objetivo determinado.

Criterio F: Aplicación de habilidades de análisis y evaluación apropiadas para la asignatura

El análisis siempre ha conformado un aspecto central del método filosófico, pero se ha entendido y practicado de maneras diferentes. En uno de los sentidos básicos aceptados, consiste en el desglose de algo en sus distintos componentes. También puede caracterizarse como el descubrimiento o indagación de lo más fundamental, a través de la articulación de los principales elementos y estructuras, con el fin de identificar conceptos fundamentales que sirvan para explicarlo. A su vez, la evaluación en una monografía en Filosofía debe ser el resultado del desarrollo de una investigación y un argumento propios a partir del problema de investigación. Sin embargo, esto debe distinguirse claramente de la mera expresión de opiniones o creencias que no sean resultado de la investigación específica. Las habilidades analíticas se demuestran a través de un tratamiento amplio y profundo, y una discusión de temas, conceptos básicos y argumentos. Por otro lado, las habilidades de evaluación se demuestran cuando las ideas, argumentos y puntos de vista se evalúan desde una perspectiva coherente y bien respaldada con pruebas claras y justificaciones sólidas. El estudio del problema de investigación implica el desarrollo de habilidades de análisis y evaluación, que normalmente se lleva a cabo a través de un examen de temas y textos. Los siguientes puntos sugieren un enfoque que puede ayudar a los alumnos a investigar los temas o textos de forma coherente. No se trata de las únicas instrucciones que se pueden seguir pero ofrecen un punto de partida para que los alumnos puedan llegar a ser investigadores independientes en el campo de la filosofía. Los alumnos deben adoptar un enfoque similar al examinar una cuestión filosófica o al investigar un argumento filosófico presentado en un texto. Si se trata de una cuestión filosófica, se sugiere:
• identificar el problema de investigación
• preguntarse sobre la pregunta o hipótesis planteada, teniendo en cuenta su propia perspectiva y la de otros
• exponer razones que respalden su postura
• presentar posibles objeciones o argumentos en contra de su postura
• sugerir estrategias para rebatir dichas objeciones o argumentos en contra
• ilustrar su postura y las contrarias con ejemplos y casos pertinentes que las justifiquen
• ofrecer una respuesta posible y coherente a la cuestión planteada o un examen pertinente de las hipótesis, evaluando sus puntos fuertes y débiles.

Cuando se trata de textos, los alumnos deben adoptar el mismo enfoque. Deben procurar en todo momento no referirse al texto o a su autor como si fueran una autoridad. Además, se espera que los
alumnos:
• identifiquen el problema filosófico planteado en el texto
• identifiquen el punto de vista del autor en el texto
• expresen su opinión sobre el punto de vista del autor
• desarrollen y exploren su propia postura sobre el punto de vista del autor a través de:
- un reconocimiento de formas alternativas de abordar el texto
- la consideración de cómo diferentes formas de abordar el texto pueden servirles para progresar
en el desarrollo de su propio punto de vista sobre la cuestión planteada.

Criterio G: Uso de un lenguaje apropiado para la asignatura

Un uso apropiado del lenguaje en una monografía en Filosofía implica al menos dos de los siguientes:
• un conocimiento a fondo de la terminología relativa a conceptos filosóficos básicos y de los conceptos fundamentales específicos pertinentes a los temas, autores o textos estudiados
• una comunicación eficaz de la investigación llevada a cabo o una formulación precisa del argumento presentado.

Asimismo, sería útil tomar en consideración lo siguiente:

• El análisis y uso del lenguaje filosófico debe estar directamente relacionado y servir al propósito
específico de la investigación específica.

• Muchas expresiones pertenecientes a la terminología filosófica (definición, concepto, pensamiento,
experiencia, percepción, mundo, etc.) también forman parte del lenguaje cotidiano. Debe facilitarse,
cuando sea necesario para la investigación, una aclaración de su uso, por ejemplo, la definición de
un contexto filosófico.
• Muchos procesos de pensamiento implicados en la investigación filosófica están directamente
relacionados con el uso del lenguaje. En el “Glosario de términos de examen” de la guía de Filosofía
vigente pueden encontrarse definiciones de actividades como “formular”, “examinar” y “definir”.

Criterio H: Conclusión

En relación con este criterio, la palabra clave es “coherencia”; la conclusión debe desprenderse del argumento y no introducir cuestiones nuevas o carentes de relación con éste. No debe limitarse a repetir el material de la introducción sino presentar una nueva síntesis derivada de la discusión llevada a cabo. Los alumnos deben reflexionar sobre el argumento que han presentado y extraer conclusiones a partir del mismo.



Criterio I: Presentación formal

Con este criterio se evalúa la medida en que la monografía se ajusta a las normas académicas de
presentación de trabajos de investigación. Aquellas monografías en las que se omita la bibliografía o que no presenten referencias de las citas empleadas se considerarán inaceptables (nivel de logro 0). Las monografías en las que se omita uno de los elementos obligatorios (página del título, índice, numeración de páginas) se considerarán, como máximo, satisfactorias (nivel 2), y aquellas que omitan dos de dichos elementos se considerarán insatisfactorias (nivel 1) según este criterio.

Criterio J: Resumen

El resumen se evalúa en relación con la claridad con que presenta una sinopsis de la investigación y la monografía en general, no en relación con la calidad del problema de investigación, el argumento o la conclusión en sí mismos. El resultado de una investigación filosófica es el argumento presentado y desarrollado. Por tanto, el resumen debe centrarse en el argumento, su estructura y contenido.